La función principal del Shampoo es limpiar el cabello y el cuero cabelludo. El cuero cabelludo produce sebo que, cuando no se lava, le da al cabello un aspecto graso. El polvo y otros contaminantes ambientales así como las partículas de queratina también pueden depositarse sobre el cabello, por lo que para mantenerlo limpio y no demasiado graso, lo lavamos con regularidad. Dado que los residuos aceitosos como el sebo no son solubles en agua, no se pueden lavar simplemente con agua. Mucha suciedad también tiende a adherirse a las gotitas aceitosas, lo que hace que sea difícil enjuagarlas.
Además de la limpieza, el shampoo también puede tener otros beneficios para el cabello. Cuando se formula correctamente, puede ayudar a minimizar el daño al tallo del cabello asegurándose de que la cutícula permanezca cerrada y, según los ingredientes utilizados, el shampoo también puede ofrecer humectación y acondicionamiento al cabello. Puede ayudar a aliviar algunos problemas comunes del cabello y el cuero cabelludo, como picazón en el cuero cabelludo o caspa. Cuando el shampoo contiene fragancias, también hará que nuestro cabello huela bien.
El shampoo actúa de la misma manera que los limpiadores faciales o corporales que limpian la piel. Los ingredientes del shampoo, especialmente los tensioactivos, rodean y atrapan diminutas gotas de grasa (que también contienen polvo y suciedad) y así ayudan a eliminarlo del cabello enjuagándolo con agua.
SHAMPOO IDEAL PARA TU TIPO DE CABELLO
Shampoo regular: Están diseñados para usarse aproximadamente cada cuatro días; eliminan la suciedad y el sebo del cabello junto con los residuos de los productos para el cabello. Se pueden formular para cabello seco, normal o graso.
Shampoo de uso diario: Están destinados a usarse todos los días. Para no eliminar demasiado el sebo beneficioso, estos champús contienen muchos menos tensioactivos en comparación con los champús habituales. Son ideales para personas con cabello seco o fino.
Shampoo acondicionador: Este tipo de champú contiene más ingredientes acondicionadores que un champú normal. Ideales para el cabello dañado.
Shampoo clarificante: No contienen ingredientes acondicionadores, son utilizados ocasionalmente cuando notamos que las siliconas y los acondicionadores pueden (con un uso excesivo) acumularse en el cabello y apelmazarlo. Cuando esto sucede, un Shampoo aclarador es una buena opción.
Shampoo 2 en 1: Estos champús son un producto “intermedio”: son shampoo y acondicionador combinados. Suelen ser más suaves, contienen menos tensioactivos y más ingredientes acondicionadores. No son una buena opción para el cabello que necesita un acondicionamiento serio (cabello seco, dañado, fino).
Champús secos: esos no son champús reales. Están hechos de almidón o ingredientes absorbentes de aceite similares que se esparcen sobre el cuero cabelludo y se peinan. Mejoran la apariencia del cabello graso, pero en realidad no limpian el cabello.
Limpiadores de cabello: este es más un término de marketing que un tipo de producto separado real. Por lo general, se usa para formulaciones de champús naturales, suaves y sin sulfatos.
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