¡Buen día formulador@s! Hoy les traemos la nueva receta de esta semana, la cual se tratará de cómo realizar un tónico facial de manzanilla y caléndula. A pesar de que es importante hidratar nuestra piel a veces olvidamos el paso anterior a la hidratación, el tónico. Utilizar un tónico nos ayuda a mejorar la textura y apariencia de la piel, le aporta luminosidad, la refresca y revitaliza. Además de que nos ayuda a cerrar los poros, el tónico tiene otra función principal: Preparar nuestra piel para el siguiente producto a aplicar.
En el caso del tónico de manzanilla y caléndula, este es ideal para pieles sensibles, nos ayuda a calmar la piel que se pueda encontrar irritada, inflamada o con distintas afectaciones como dermatitis. Es importante recalcar que esta formulación no contiene alcohol, aunque este es empleado en la fabricación de muchos tónicos en el mercado para distintos tipos de pieles, no se recomienda utilizarlo en productos destinados para pieles sensibles o irritadas, ya que puede contribuir a la resequedad.
La manzanilla cuenta con muchas propiedades útiles para la cosmética natural, entre ellas es que funciona como antioxidante, antiséptico y calmante, por esto es común que se emplee en tratamientos calmantes para pieles sensibles e irritadas. Por otra parte, la caléndula también cuenta con propiedades calmantes, además de estas funge como cicatrizante antiinflamatorio y fungicida. Por eso mismo, esta sinergia de ingredientes es ideal para pieles dañadas o delicadas.
FÓRMULA BASE

RECETA (Para 250 ml de producto)

INSTRUCCIONES
- Coloca a hervir el agua destilada.
- Cuando ya esté hirviendo, añade la manzanilla y la caléndula. Deja a fuego lento y deja reposar durante 10 a 15 min.
- Procede a colar la infusión y envasa en el recipiente de tu preferencia (ej. atomizador).
- ¡Y listo! Te recomendamos incorporar en tu rutina de día y noche, además de mantener esta mezcla en tu refrigerador para que se conserve mejor y potencialice los efectos calmantes sobre tu piel.
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